ENCADENADOS A NUESTRAS CREENCIAS.IDEAS COMO OPIOS

Psicología de los pensamientos y creencias

Muchas veces tenemos unas creencias, perspectivas de cosas y nos aferramos a ellas de forma desesperada hasta que puede llegar un momento que tengamos que revisarlas.

Estas creencias pueden tener muchas formas políticas, religiosas, filosóficas o simplemente ciertas formas de mirar las cosas que protegen a un individuo de una realidad más dolorosa.

Últimamente nos hemos podido reír hasta llorar de las ridiculeces, de algunas creencias, todas son respetables, más o menos populares sean políticas o no, pueden ser simplemente costumbres con películas tales como Ocho Apellidos Vascos. Catalanes. .

 

Muchas veces hemos tratado de convencer a una persona con unas ideas o creencias fijas respecto a algo, y hemos visto lo inútil que es.

¿Por qué nos aferramos a creencias, filosofías que nos pueden perjudicar e ir en contra de nuestros intereses?

 Alejandro Banegas escribe en la revisvista Disidentia: De la ciencia a la pseudociencia: las falacias del saber  que todos nacemos siendo científicos. Según crecemos vamos experimentando, formulando hipótesis, realizando experimento y extrayendo conclusiones.

Cómo ser libre

Cuando vamos creciendo estamos rodeados y nos imponen una serie de creencias de ideas totalmente opuestas al funcionamiento del mundo científico.

Sin embargo desde que nos levantamos estamos totalmente inmersos en un mundo de dispositivos basados en descubrimientos científicos.

Por otra parte a veces nuestros padres no satisfacen nuestras necesidades emocionales. Si esta sucede necesitamos mecanismos de defensas.

Las ideas y creencias pueden cumplir muy bien esta función.

Ciertos grupos políticos, religiosos justifican además estas ideologías y creencias que en algunos casos pueden ser violentas.

El organismo no busca la verdad, como dice Antonio Damasio , busca la homeostasis, el bienestar.

Le damos poca importancia a los sentimientos y nos hemos centrado en la ciencia y la tecnología : nos hemos olvidado que quiénes somos realmente.

La realidad es una opción y una búsqueda personal

La realidad es una búsqueda personal, una opción y una motivación.

Esto depende también del individuo y de sus sentimientos. Sin ella estamos a merced de  las ideologías, creencias que nos quieran imponer o bien de las que más nos convengan. en este sentido nos volvemos adictos a esas creencias e ideologías.

Nos hemos olvidado de los sentimientos y las emociones. Estas están en la base de las creencias. Cualquiera puede ver un anuncio, escuchar ideas políticas, entrar en una iglesia: todos ellos apelan a los sentimientos.

Los sentimientos son esenciales y determinan en qué creemos o no y una vez fijados estas creencias, es difícil cambiarlos.

 Ocurre que algunas veces podemos ver nuestras creencias/ideas desde una nueva perspectiva, y nuestra visión de la situación cambiará radicalmente.

Las ideologías y creencias pueden funcionar como una poderosa adicción

¿Somos adictos a las creencias e ideologías?

Muchos de nosotros no podemos ver que nuestra posición inflexible ante una determinada idea o creencia, podría “servir para mantener  bajo control y alejados a nuestros sentimientos.

Llegamos a estar tan pegados a una idea, tan devotos de una filosofía, tan defensivos en nuestra forma de ver las cosas, que nada ni nadie puede penetrar en ellas.

encadenados a nuestras creencias. Ideas como opios

 Hasta que no estemos preparados para afrontar la verdad y los sentimientos subyacentes que están debajo de todo ello, no podemos realmente hacer progresos.

Es bueno tener amistades y tratar de confirmar nuestras creencias. Ver si se corresponden con la realidad.

Tendemos a evitar por todos los medios los sentimientos que subyacen debajo de nuestro bien cuidado sistemas de creencias.

Esto es posible porque las defensas bloquean los sentimientos subyacentes de sufrimientos y lo hacen mediante el sistema de endorfinas, una morfina natural que produce el cuerpo, por eso es que la gente se aferra tanto a sus ideas porque sus ideas son un mecanismo de defensa que produce endorfina. Por eso el mejor tranquilizante en el mundo es una idea.

Las ideas no son como opios, son opios según el doctor Arthur Janov.

La principal verdad reside dentro del individuo y la que realmente le puede hacer libre.

Para ser libre y honesto con uno mismo, uno tiene que estar libre de experiencias ocultas en el inconsciente, debe liberar esas verdades, expresarlas y contextualizarlas.

De lo contrario uno debe de creer en algo más que en el propio yo, enguna creencia o idea que lo trascienda. Sus creencias, actitudes, se verán afectadas por esa realidad interior, ya que necesita defenderse.

Esas ideas, actitudes son un mecanismo de defensa .El organismo fabrica su propia morfina. Si su interior está distorsionado, su visión exterior lo estará para proteger ese yo.

Muy poca gente quiere saber la verdad, la verdad, molesta, duele. Por eso mucha gente se adhiere a falsas creencias, expectativas, curaciones milagrosas, donde se vende una esperanza irreal.

Si hay necesidades insatisfechas de la infancia, dolor y sufrimientos, es fácil para alguien vender falsas creencias. Es fácil vender humo, vender falsa esperanza. Para el otro es fácil creérselas.

Para tener unas verdaderas opciones, unas creencias y actitudes flexibles orientadas hacia la realidad, uno debe sentir su dolor y aquello que le atormenta, se dé cuenta o no, si no sus pensamientos y creencias serán lo que algunos colegas llaman pensamientos irracionales.

Aquello de que la verdad os hará libres, es así. Tal cual.

encadenados a nuestras creencias
ideas como opios

 

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