Es humano que ante el sufrimiento las personas intentemos buscar un alivio rápido.
Y que por tanto no implique una reflexión ni esfuerzo.
Sin embargo la biología humana no funciona de esa manera.
El uso de antidepresivos puede ayudar a las personas que sufren por esta enfermedad a aliviar sus síntomas.
Pero también es, que la eficacia de sus resultados ha sido exagerada.
De forma que su uso se ha extendido ampliamente como si fueran caramelos.
Está habiendo un abuso de los psicofármacos
Carlos Lozano señala que el uso de estas pastillas “inhibidores de receptación de la serotonina”, se ha disparado enormemente.
De forma que su uso está entre los fármacos más consumidos del mundo.
Los inhibidores de recaptación de sorotonina hacen que la serotonina permanezca más tiempo en el organismo.
La serotonina es el principal neurotransmisor encargado de modular los estados de ánimo.
Las promesas generadas por el uso de estos medicamentos no se corresponden con sus beneficios científicos.
Si lo comparamos con el efecto placebo (sustancia inocua), sus beneficios son modestos, asegura este periodista.
Diversos estudios cuestionan la eficacia de dichos fármacos:
- como dos expertos del British Medical Journal
- el doctor Irving Kirsh de la universidad de Connecticut.
Pero donde la ciencia no llega, lo hace el marketing.
De forma que se han vendidos estos psicofármacos como la píldora de la felicidad.
Son conocidos los efectos secundarios de los antidepresivos: problemas sexuales, síndrome de dependencia y ansiedad.
El gobierno británico los prohibió para adolescentes y niños.
Ha habido intereses en hacer creer que la depresión se debe a una deficiencia del neurotransmisor serotonina.
Ésta ,se puede corregir mediante los inhibidores de receptación de la serotonina) haciendo que haya más serotonina disponible.
Así de sencillo.
Si para otras dolencias los doctores prescribían pastillas:
por qué no podrían prescribir los psiquiatras psicofármacos para las enfermedades mentales.
Todo ellos partió de la psiquiatría biológica que sostiene que hay balas o soluciones mágicas.
Si nuestro cerebro carece de ciertas sustancias químicas/neurotransmisores la solución está en añadírselas.
Existe una falsa creencia que las pastillas lo pueden curar todo.
El divulgador científico Robert Whitaker en el artículo El periodista que desafió a las farmaceúticas señala que:
La aparición de los antidepresivos en los años 60 multiplicó el número de enfermos mentales en los E.E.U.U
Whitaker dice en la revista INFOCOP: que los efectos nocivos de los psicofármacos. los antidepresivos, no sólo son ineficaces, sino también perjudiciales.
Según el British Journal of Psychitry hay que repensar el uso de fármacos:
“Las pastillas pueden servir para esconder el malestar, la angustia, pero no son curativas.
En definitiva,no producen un estado de felicidad”.
Es una falsa creencia de que las pastillas lo pueden curar todo.
Esta creencia está basada en los espectaculares avances médico-científicos de los años sesenta como el uso de antibióticos.
Pero lo cierto que en la salud y enfermedad influyen otros muchos factores .
Tales como humanizar la vida de estos pacientes y la intervención de distintos especialistas: psicólogos, trabajadores sociales, etc.
Los antidepresivos pueden paliar químicamente en cierta medida los efectos adversos de la depresión.
Pero no aspectos del contexto del paciente: intereses, grupos de amigos, vivienda, trabajo etc.
La teoría biológica de las enfermedades mentales no se pregunta por qué,
Tampoco qué factores del contexto contribuyeron a que ocurriera una carencia de serotonina en la depresión.
Unas carencias afectivas en la infancia, un ambiente estresante, tiene como resultado:
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Dejar unas huellas en el organismo de la persona afectada.
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Alterar su genética, su metabolismo.
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Modificar sus neurotransmisores, y su sistema inmunitario, afectando posteriormente la vida de la persona.
-
Y sus efectos van más allá de la infancia.
Lo ideal es combinar los psicofármacos con la terapia para la depresión y la ansiedad.
El afrontamiento, reexperimentación de estos sucesos dolorosos alivia de forma cuantitativa y cualitativa la depresión y la ansiedad.
Por otra parte, mejora también los síntomas psicosomáticos, es decir físicos.
Los psicofármacos son necesarios como apoyo.
Si además se recurre a la terapia y asesoramiento para la ansiedad y la depresión se lograrán unos resultados excelentes.
Si tienes dudas puede llamarme al 601 20 83 68 o contactarme
Lo ideal es no tener que tomar nunca andidepresivos , pero en casos graves es necesario hacerlo